AZTI aplicará su conocimiento en implantar un servicio «inteligente» para la detección y recogida de la basura en la mar

basuramar

  • La iniciativa comenzó el 1 de septiembre y se alargará durante tres años.
  • Liderado por el Departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa y con la coordinación técnica de AZTI, cuenta además con la participación de Lyonnaise des Eaux, Ville de Biarritz, Syndicat mixte Kosta Garbia y Surfrider Foundation Europe.
  • En el operativo trabajarán dos barcos pesqueros y tres buques de limpieza para recogida en el mar.
  • El proyecto pretende establecer un servicio inteligente para la recogida y gestión de las basuras marinas flotantes. Como resultado de la experiencia piloto se prevé recoger 100 toneladas de basura en el mar en Gipuzkoa y Lapurdi (Francia)
  • Además de buscar soluciones para cumplir con las directivas de la Estrategia Marina Europea, el proyecto será fuente de creación de nuevos puestos de trabajo.

El proyecto europeo LIFE LIMA prevé la recogida de 100 toneladas de basuras marinas a lo largo de los próximos tres años en las aguas del golfo de Bizkaia, de Gipuzkoa y Lapurdi. Esta iniciativa de recogida y gestión inteligente de basuras marinas para autoridades locales está dotada con una inversión de 1,2 millones de euros, procedente de la Unión Europea.

El proyecto LIFE LEMA, liderado por la Diputación Foral de Gipuzkoa y bajo la coordinación técnica de AZTI, cuenta con la participación de Lyonnaise des Eaux, Ville de Biarritz, Syndicat mixte Kosta Garbia y Surfrider Foundation Europe. Su objetivo es el de establecer un servicio inteligente para la recogida y gestión de las basuras marinas flotantes con el fin de orientar a las autoridades locales en la adopción de un enfoque sostenible para mantener la costa limpia y reducir los impactos negativos generados en el medio ambiente y para la sociedad.

Para llevar a cabo los trabajos establecidos en el proyecto se utilizarán dos barcos pesqueros y tres buques de limpieza para la recogida en el mar, una actividad que creará al menos tres puestos de trabajo. Entra las acciones que se desarrollarán está prevista la colocación de una barrera flotante para la acumulación de basuras marinas en la desembocadura del río Deba y la instalación de dos videocámaras en la desembocadura del Adour y el Oria para monitorizar las arribadas de basura. El inicio de las tareas ha tenido lugar el 1 de septiembre y se desarrollarán hasta el1 de septiembre de 2019.

El proyecto promoverá soluciones a las autoridades locales con el fin de responder a la Directiva Marco 2008/56/CE de la Estrategia Marina Europea  que tiene por objeto alcanzar el buen estado medioambiental de todas las aguas marinas antes de que finalice el año 2020. Uno de los criterios utilizados para detectar este buen estado son precisamente las basuras. Las recomendaciones provendrán de los grupos de trabajo previstos en el proyecto y se establecerá una red europea sobre basuras marinas que fomentará la interlocución con expertos europeos y con iniciativas similares.

Un problema global con consecuencias locales

Pese a la regulación y el aumento de control por parte de los organismos internacionales, los residuos siguen llegando al mar. De hecho, se calcula que entre 400 y 4.000 kg de basura por kilómetro lineal llegan a parar a las costas europeas cada año.

Estos residuos incluyen todo tipo de material sólido, persistente, fabricado o procesado que es descartado, desechado o abandonado directa o indirectamente en un ambiente marino o costero. El problema que presenta la basura marina se asemeja a la de un iceberg: sólo el 15% que entra en el mar llega a las playas. Mientras, un 15% se queda flotando en la superficie y un 70% atrapada en el fondo.

La densidad de basuras marinas en el golfo de Bizkaia es considerable, sobre todo si se comparar con otras regiones europeas. Como ejemplo de esta realidad se puede citar que en el invierno del 2011 se registraron más de 19.500 objetos de basuras  flotantes, de las que el 3% estaba asociado al sector pesquero.

Una de las posibles razones de esta mayor acumulación en las costa vasca puede ser que los vientos del norte dispersan los objetos flotantes (incluyendo las basuras)  hacia la costa. Pero también es cierto que el origen de gran parte de estas basuras marinas se encuentra en actividades humanas terrestres y marinas, que llegan al golfo de Bizkaia a través de ríos, sistemas de alcantarillado, depuración de aguas, actividades pesqueras, tráfico marítimo, vertidos ilegales o empujados por el viento. Entre los objetos podemos encontrar materiales plásticos, madera, metales, vidrio, goma, telas, papel, etc.

Su existencia causa un gran número de impactos en el medio ambiente, economía local, seguridad y salud pública y representa una de las numerosas presiones que afectan al medio marino

 

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