La Flota Atunera Congeladora lider y referencia mundial en pesca sostenible de tunidos tropicales

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Ha desarrollado un código de conducta de buenas prácticas a bordo para garantizar la sostenibilidad del recurso y minimizar las capturas accesorias que cuenta con verificación científica independiente de las buenas prácticas

La flota atunera congeladora española, representada por las asociaciones ANABAC y OPAGAC, junto con la Dirección de Pesca del Gobierno Vasco, la Secretaria General de Pesca del MAGRAMA y las instituciones científicas IEO y AZTI han celebrado en las instalaciones de AZTI una reunión de seguimiento del Plan Estratégico de ciencia y tecnología para la gestión sostenible de la pesca de atunes tropicales por los cerqueros congeladores. Con esta reunión, que reafirma la estrecha colaboración histórica entre sector y ciencia, se ha realizado una valoración de los diferentes programas de investigación en marcha, definidas nuevas prioridades en función de las necesidades del sector y marcado prioridades de investigación a corto y medio plazo.

La ciencia ha alcanzado hoy en día una gran importancia en la gestión pesquera. El alto nivel de colaboración del sector con las instituciones científicas y la transparencia existente de toda la actividad de la flota permite que las instituciones científicas puedan desarrollar, de la manera más eficiente posible, su labor independiente de evaluación pesquera. Con ello se contribuye al principal objetivo del Plan Estratégico, que consiste en garantizar la sostenibilidad a largo plazo de los recursos naturales a través de las mejores prácticas de explotación y gestión, sobre la base del mejor conocimiento científico.

Esta colaboración entre todos los agentes ha llevado a la flota atunera congeladora a una posición de liderazgo a nivel internacional, como consecuencia de haber desarrollado en febrero de 2012 el primer código de conducta a nivel mundial sobre buenas prácticas de pesca responsable y liberación de especies asociadas como tiburones y tortugas, a ser también la primera flota en verificar mediante estudios científicos independientes las buenas prácticas sostenibles. Es destacable que este código de conducta se ha implementado mediante la formación y acreditación de todos los patrones de los barcos, más de 300, el embarque voluntario de observadores en el 100% de los barcos atuneros y auxiliares, la implantación de mejores prácticas como el desarrollo de objetos no enmallantes y el diseño de otras mejoras tecnológicas para la liberación y supervivencia de las capturas accesorias, sistemas automáticos de control y verificación.

Los armadores han expresado que el nivel de información del que disponen los científicos de las flotas atunero cerqueras europeas es muy elevado. Por tanto, ello debe redundar en un mejor conocimiento en la evaluación de los distintos stocks atuneros, así como debe servir para contextualizar el impacto de cada una de las artes, lo cual resulta determinante para una gestión adecuada de los túnidos tropicales.

Por último, los armadores han expresado que la gestión responsable de los recursos atuneros es responsabilidad de todas las flotas pesqueras que inciden en estos mismos recursos, ya sean de cerco, palangre, cebo vivo, etc., por lo que es fundamental que se predique un mismo nivel de observancia de las reglamentaciones para todas las artes de pesca atuneras.

AZTI concede becas a siete licenciados universitarios para desarrollar su doctorado

  • 06_La duración de la beca es de cuatro años
  • El objetivo  es promover la cualificación profesional de los jóvenes y la investigación

Con el objetivo de contribuir a la cualificación profesional de las personas jóvenes, facilitar su inserción laboral y de promover el desarrollo de nuevo conocimiento científico y la investigación,  AZTI ha seleccionado a siete personas para formar parte de su programa de ayudas a la formación de jóvenes investigadores. Los licenciados universitarios elegidos, pertenecientes a diferentes especialidades, disfrutarán de una becade cuatro años de duración destinada a obtener el doctorado.

 Las áreas  de Investigación Marina donde desarrollarán su especialización estos jóvenes investigadores son las siguientes:

  • Nuevos sensores de acústica.
  • Análisis de impacto bio-económico de medidas de gestión en la flota de bajura vasca.
  • Efectos de la restauración de sistemas acuáticos marinos en la recuperación de bienes y servicios ecosistémicos.
  • Engorde en mar abierto de ostra plana (Ostrea edulis) y japonesa (Crassostrea gigas) en el contexto bio-económico de la costa vasca.
  • Mitigación de capturas no deseadas en la pesca con Dispositivos Concentradores de Peces (DCPs) y desarrollo de la metodología para la estimación de un índice de abundancia empleando acústica submarina.

Las especialidades en Investigación Alimentaria son:

  • Diseño de alimentos para dietas personalizadas.
  • Obtención de proteínas de uso alimentario mediante bioconversión.

Las personas que disfrutarán de la beca cuentan con titulaciones universitarias en Biología, Ciencias del Mar, Bioquímica, Ciencia y Tecnología de los alimentos, Matemáticas, y Ciencias ambientales.

Eurest trae a Euskadi su I+D para trasladar a nivel internacional los desarrollos de nuevos alimentos saludables realizados con AZTI

eurest_flanAZTI y la empresa de restauración colectiva Eurest Euskadi, perteneciente a Compass Group, han firmado un acuerdo estratégico de colaboración para la investigación y desarrollo de nuevos productos alimentarios mejorados nutricionalmente, más saludables y que fomenten el uso más activo del producto local.

El acuerdo viene a reforzar la línea de cooperación entre ambas organizaciones, ampliando el trabajo en común a otras propuestas de postres, salsas, cremas y sopas mejorados nutricionalmente. Buena parte de las mismas están dirigidas a colectivos con necesidades nutricionales especiales, como pueden ser las personas de la tercera edad y los niños. En el caso del sector Senior Residencial, la intención es avanzar en el diseño de menús más saludables mediante, por ejemplo, la reducción y/o sustitución de azúcar y grasas saturadas en los productos o aporte de minerales de forma natural.

El acuerdo, de tres años de duración, se marca como objetivo colaborar profesionalmente en relación con la investigación y desarrollo de nuevos productos alimentarios, así como otras investigaciones relacionadas con el desarrollo de procesos más eficientes y sostenibles. Los productos que se obtengan como resultado de este acuerdo serán explotados industrialmente por Eurest Euskadi con carácter exclusivo a nivel estatal.

Las líneas estratégicas en las que se centrarán la investigación y desarrollo del convenio tienen que ver con nuevas técnicas culinarias para el segmento escolar, precocinados saludables, preservación de nutrientes, disminución de tiempos de descongelación, el estudio de mermas de cocinado y el establecimiento de raciones de servicio.

Mediante el convenio, Eurest Euskadi y AZTI unirán sus capacidades y experiencias y trabajarán de forma conjunta en el diseño de nuevos productos de alta calidad y valor nutricionales.  Ambas organizaciones compartirán conjuntamente sus conocimientos y medios técnicos con el fin de investigar y obtener nuevos productos alimenticios.

AZTI y Eurest Euskadi ya iniciaron una vía de colaboración mutua en 2014 con el diseño de líneas de productos, entre ellos el “Cremosín”, que fue presentado en “E@t 105 Kaiona”, uno de los restaurantes que Eurest Euskadi gestiona en el Parque Tecnológico.

Las actuaciones planteadas en este convenio están alineadas con los objetivos del Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación 2015 del Gobierno Vasco y con la estrategia de especialización RIS3 en el eje de la salud. Sus fines últimos están encaminados a fortalecer la modernización y la capacidad innovadora y creativa de las empresas e impulsar producciones de mayor valor añadido que permitan acceder a mercados de potencial valor superior mediante la investigación y la aplicación de tecnologías.

Eurest Euskadi, por su parte, es la empresa de referencia en el sector de restauración colectiva en el País Vasco, perteneciente a Compass Group Con una plantilla de más de 11.000 personas, Compass Spain opera a través de las marcas comerciales Scolarest, Medirest, Eurest, Vitarest, Eurest Services, Vilaplana Catering y GOW. En el País Vasco, su empresa Eurest Euskadi cuenta entre sus clientes con los principales hospitales de la red de Osakidetza, importantes centros escolares públicos y privados y grandes empresas como Petronor, Vicrila y recientemente la restauración del Parque Tecnológico de Zamudio.

La integridad y seguridad de los alimentos centrará la Conferencia de FoodIntegrity, organizada por AZTI

Asegurar la integridad de la cadena alimentaria, seleccionar las prioridades de investigación y las oportunidades de financiación para determinar la autenticidad de los alimentos constituyen los ejes centrales de la segunda conferencia del proyecto europeo FoodIntegrity, que se celebrará los días 26 y 27 de marzo en Bilbao. La conferencia está organizada por AZTI, centro tecnológico experto en innovación  alimentaria, y reunirá a expertos internacionales, empresas alimentarias, organismos financieros, consumidores e instituciones públicas, entre otros agentes. La conferencia servirá igualmente para presentar los resultados más relevantes de las investigaciones realizadas en el marco de FoodIntegrity, una iniciativa financiada por la Unión Europea que reúne a centros de investigación y organismos públicos y privados relacionados con la alimentación. Su finalidad consiste en promover la seguridad, autenticidad y calidad de los alimentos.

El congreso tendrá al consumidor como uno de sus ejes centrales, con el fin de que los alimentos que llegan a los hogares sean seguros y auténticos y cuenten con información detallada sobre su integridad. Para asegurar la calidad de los productos, la conferencia se marca como objetivo iniciar el desarrollo de un sistema de alerta temprana para la detección de la integridad de los alimentos.

El proyecto FoodIntegrity mostrará en su reunión de Bilbao los primeros pasos de la creación de una base de conocimiento europeo sobre metodologías analíticas para la autenticidad de los alimentos. El congreso también mirará hacia el gran mercado de China y tratará sobre la actitud de los consumidores de ese país ante el fraude.

La celebración de este encuentro supone “reconocer la importancia que tiene el aseguramiento de la integridad de los alimentos para el sector alimentario, y poner en común dónde se encuentran las mayores carencias en relación con la gestión, el control y la investigación sobre nuevos métodos de detección de fraudes con el fin de aumentar la eficiencia y eficacia para combatirlos”. La integridad de los alimentos y su seguridad se encuentran íntimamente ligadas. Los productos que llegan a las cadenas de distribución tienen que tener asegurada su inocuidad, y su identificación y trazabilidad deben estar debidamente acreditadas. Para profundizar en el conocimiento de la integridad y seguridad alimentarias, durante la conferencia tendrán lugar distintos talleres que reunirán a científicos, representantes de la industria de alimentaria, grupos de consumidores y personas con responsabilidad en materia de regulación alimentaria.

“En relación con la integridad y seguridad de los alimentos, AZTI lleva a cabo diferentes actuaciones en sus laboratorios de biología molecular, microbiología y análisis físico-químico. Entre ellas, durante los últimos 10 años ha desarrollado metodologías de verificación de la autenticidad y detección de fraudes para organismos de control, asociaciones y empresas alimentarias. Algunos de los métodos desarrollados y transferidos al sector son:

  • Identificación de especies en productos pesqueros
  • Autentificación de zumos de frutas
  • Autentificación de variedades de café (Arabica vs Robusta)
  • Identificación de tejido vegetal en productos alimentarios
  • Identificación de especies cárnicas
  • Identificación de la especie de origen de la leche en productos lácteos (quesos)
  • Identificación del origen geográfico de la anchoa (Engraulis encrasicolus) y bonito (Thunnus alalunga)
  • Autentificación del tipo de raza ovina en quesos de oveja

Además, se analizarán dónde se encuentran las principales vulnerabilidades de las distintas cadenas alimentarias con respecto a los actuales métodos para descubrir el fraude y medir su impacto, y las últimas novedades para combatirlo, haciendo especial hincapié en el sector del aceite de oliva, bebidas espirituosas y productos pesqueros.

La segunda Conferencia de FoodIntegrity reunirá en Bilbao a la industria transformadora, denominaciones de origen, marcas de calidad, administraciones públicas, laboratorios de control, ONGs relacionadas con la sostenibilidad, así como a investigadores que trabajan en el análisis de la autenticidad de alimentos. Para más información y programa http://www.azti.es/foodintegrity/.

El trabajo de AZTI está orientado a aportar soluciones a sus clientes, utilizando un modelo innovador que equilibra la capacidad de generar y recopilar tecnología con la labor de difusión y transferencia. El centro tecnológico lleva a cabo acciones de investigación y desarrollo tecnológico, transferencia tecnológica, servicios técnicos, asesoramiento técnico y análisis y pruebas.

I+D+i en AZTI para disfrutar la magia de comer con todo el sabor, pero muy saludable

Vivimos la paradoja de que en el mundo cada vez hay más población y se incrementa la riqueza, lo que supone una mayor demanda de alimentos, mientras que en Europa y en España la situación es justo al revés. «La población no aumenta sino que envejece, y hay que ofrecer nuevas posibilidades de consumo, porque no somos el mismo consumidor hoy con 30 años que lo que seremos dentro de veinte años, con 50».

La magia de comer con el mismo sabor de siempre y con la misma textura, pero en formato «muy saludable», sin grasas, con antioxidantes o enriquecido con proteínas, viene de la mano de la I+D+i (investigación, desarrollo e innovación), que puede «transformar» alimentos ya existentes o crear nuevos.

Postres ricos y dulces sin grasa; patatas fritas de bolsa «perfectamente sanas»; aperitivos que incorporan verduras y frutas y que además resultan «atractivos» para el consumidor; o bollitos que no aportan calorías son algunos de los productos que pueden hacer las delicias de una población en proceso de envejecimiento, con diabetes o con indicadores altos de colesterol y tensión. «Ese es el reto: crear una comida muy rica, pero adecuada y sanísima. En realidad, estamos hablando de combinar moléculas que luego introducimos en nuestro cuerpo en forma de alimentos».

Biólogos, bioquímicos, ingenieros, físicos, farmacéuticos y cocineros trabajan en los laboratorios de Azti para conseguir respetar el sabor y la textura de los alimentos, aunque cambien sus componentes, a la vez que intentan evitar los conservantes y estabilizantes y obtener los mismos resultados a través de la temperatura o la presión.

«En el futuro se podrán cocinar productos tradicionales, pero con una formulación perfectamente sana», estamos hablando de una dieta personalizada adecuada a las necesidades nutricionales o de salud de cada uno de los miembros de la unidad familiar, una dieta de estas características, unida a los avances de la investigación médica, puede llegar a hacer realidad la prevenir y preservar nuestra salud desde la alimentación.

En este momento,  la investigación alimentaria está dirigida a «adecuar» la comida a las necesidades de cada grupo de edad e incluso a elaborar una dieta personalizada, tras hacer una analítica y con la ayuda del conocimiento médico y nutricional. «El reto es saber qué requerimientos específicos tiene cada grupo o persona y, así, combinar ingredientes y aplicar la tecnología para transformar los alimentos o para procesar alimentos que ya son saludables y conseguir que duren más tiempo en la nevera o se cocinen perfectamente en el microondas».

Tras combinar todos estos elementos, queda por lograr que el producto tenga éxito en el mercado; para ello, el primer paso es organizar «catas» de alimentos con profesionales o con consumidores para averiguar si «gusta» tanto la visión como la textura y el sabor. La creación del producto también conlleva el ajuste de un precio final y la garantía de sostenibilidad de toda la cadena, desde la materia prima hasta los residuos que genera. Por último, no se puede tampoco menospreciar otros  aspectos que buscamos los consumidores cuando compramos un producto, como el tiempo que se tarda en cocinarlo o la comodidad de que ya esté limpio, y por los que estamos dispuesto a pagar «un poco más».

AZTI certifica su Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud Laboral según el estándar internacional OHSAS 18001

Puede haber para una organización un objetivo más importante que cuidar y proteger la salud de las personas que la conforman?. Invertir en identificar los riesgos en el trabajo, dotarles de la formación necesaria para minimizarlos, equiparlos con los equipos de protección que precisen, vigilar su salud y hacerlo todo ello de forma preventiva es un objetivo estratégico que toda organización debe tener en lo más alto de sus prioridades.

AZTI ha certificado su Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud Laboral de AZTI, según el estándar internacional OHSAS 18001. Implantar y certificar un Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo según OHSAS permite:

  • Disminuir la siniestralidad laboral y aumentar la productividad, identificando, evaluando y controlando los riesgos asociados a cada puesto de trabajo, y evitando las causas que originan los accidentes y las enfermedades en el trabajo. La percepción de un entorno más seguro por los trabajadores, conlleva una disminución de las enfermedades, bajas o absentismo laboral, un aumento de la productividad y una reducción progresiva de la siniestralidad en una actividad de alto riesgo como es la de AZTI (campañas en el mar, trabajos de submarinismo, trabajo con sustancias químicas peligrosas, trabajo con maquinaria compleja en la planta piloto, etc.).
  • Cumplir la legislación en materia de prevención, integrando ésta última en los procesos de la organización, lo que conlleva una reducción de los costes y sanciones administrativas derivadas de su incumplimiento, además de una mejora de la gestión interna de la organización y de la comunicación entre empresa-trabajador, y empresa-administraciones y otras partes interesadas.
  • Fomentar una cultura preventiva mediante la integración de la prevención en el sistema general de la empresa (exigido por ley) y el compromiso de todos los trabajadores con la mejora continua en el desempeño de la seguridad y salud en el trabajo.

Esta certificación, garantiza como objetivo prioritario, alcanzar y mantener las más altas cotas de seguridad y salud en las actividades y servicios de AZTI, además de ir más allá del cumplimiento de la legislación vigente sobre prevención de riesgos laborales, pero sobre todo y por encima de todo, trabajar por y para la salud de las personas que trabajamos en AZTI. Difícilmente podemos encontrar otro objetivo tan importante y exigente.

Eficiencia vs Valor Añadido: oportunidades o un dilema para competir en la industria alimentaria

Después de varios años recesión económica y con reducción importante del consumo interno y, especialmente, con una menor disponibilidad de dinero por parte de los clientes, la industria alimentaria ha apostado de manera generalizada por competir en base a la eficiencia, es decir, reduciendo los costes, pero no ya hay mucho margen para disminuir costes y profundizar en la competencia basada en la eficiencia, salvo que se ponga en riesgo la calidad de los productos.

A nivel global se están produciendo tendencias que no pueden dejar de observarse por su rápida implantación e impacto local. El aumento de la población mundial y del poder adquisitivo de los consumidores en las economías emergentes, es casi el poder adquisitivo actual de Europa occidental, implicará una mayor demanda de alimentos y encarecimiento a nivel global de las materias primas lo cual dificultará la competitividad basada en eficiencia.

Sin embargo, nivel europeo y de España, en particular, el volumen de consumidores se estanca, el número de ingestas dentro del hogar no crece y la marca de la distribución es la principal vía para llegar al mercado del retail. En consecuencia, la penetración es la única palanca para crecer ofreciendo más momentos de consumo al cliente.

Además, vivimos en un mundo urbano, la mitad de la población mundial ya vive en ciudades, lo que genera más del 80 % del PIB global. Sólo 600 centros urbanos, con una quinta parte de la población mundial, generan el 60 % del PIB mundial. En 2025 será todavía mayor. Este escenario nos ofrece oportunidades de consumo y generar valor añadido, ya que compramos algo más que alimentos: limpieza, tiempo, comodidad, salud, etc.. Las necesidades del consumidor son cada vez más fragmentadas y el consumidor en si mismo es más reflexivo, exigente y demanda transparencia y conocimiento sobre lo que consume.

Los mercados están cada vez más interconectados, por lo que no sólo nos debe preocupar la competencia local, sino los competidores globales que llegan directamente a nuestros mercados con productos más innovadores, con más calidad o a mejor precio, haciendo que la eficiencia sea clave, pero el valor añadido también para poder diferenciarse de los competidores globales.

La industria alimentaria tiene oportunidades de crecimiento pero necesita adaptarse continuamente a los cambios del entorno, con competidores globales, presión cada vez mayor sobre las materias primas, en un entorno de guerra por el precio en la distribución y con un consumidor cada vez más exigente en prestaciones y menos fiel a las marcas. En este escenario la clave es innovar en todas las áreas de la organización empresarial. La innovación en producto es sólo una más y no la trascendental para tener éxito comercial y garantizar la sostenibilidad de la empresa. El no crecimiento de la población hace más necesario que nunca recurrir a la innovación para crecer. La innovación enfocada a ganar penetración a través de la búsqueda de nuevos momentos de consumo.

 

Innovar para Competir en un mercado global

Estamos inmersos en un orden económico que hace años ha roto definitivamente con el viejo paradigma que ha regido el mundo basado en la escasez y las restricciones derivadas de la naturaleza finita del capital, el trabajo y la mano de obra. Así, el nuevo orden se sustenta sobre los pilares del conocimiento, la innovación, la tecnología y la colaboración entre países y agentes, y desafía abiertamente el orden anterior y su teoría de la escasez porque la economía del conocimiento y la innovación crece y se extiende más cuanto más se usa hasta convertirse en la principal fuente de competitividad real para los países y las regiones.

Uno de los principales retos que tiene Euskadi para generar empleo de calidad, incrementar la riqueza económica y mantener y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos es consolidar una nueva economía industrial basada en el conocimiento. Una apuesta en la que están involucrados los principales países desarrollados como EEUU, Reino Unido, Alemania, etc. Una economía abierta, sostenible, innovadora y tecnológicamente avanzada apalancada en dos pilares, la competitividad de las empresas capaces de ofrecer al mercado productos innovadores y un sistema de I+D+i, especializado, con el tamaño crítico suficiente para desarrollar soluciones de valor y conectado a nivel internacional, que en colaboración permanente con las empresas pueda ayudarles a competir a escala global desarrollando una industria de fabricación (“Thought”, pensada y “made” en parte), exportadora y competitiva a escala internacional.

Estamos frente a un mundo cada vez más interconectado, con un consumidor más reflexivo y con múltiples opciones de elección. En este escenario de incertidumbre, el enfoque en mejorar la competitividad empresarial ha sido uno de los factores clave, ya sea para empresas o instituciones. Competitividad que ha estado marcada mayoritariamente por un objetivo de reducción de los costes de todo tipo, con el fin de lograr precios más competitivos en el mercado. Sin embargo, la reducción de costes es limitada y no hay mucho margen de maniobra en este sentido. El nuevo estadio es la economía de la innovación y el “time to market”, el llegar antes que los demás, y de forma diferenciada, al mercado.

En definitiva, la competencia a través de los costos más bajos debe ser compensada por la innovación de vanguardia en productos, procesos y servicios. No hay otra alternativa para los países con salarios altos y mayores costes de operación.

Hoy en día existen en el mundo más de 300 ciudades más grandes que Euskadi. Además, no disponemos de recursos naturales que nos permitan generar riqueza por su explotación y comercialización, por lo que somos muy dependientes de todo tipo de materias primas, que se encarecerán en el futuro haciéndonos perder competitividad. Vivimos en un mundo urbano. La mitad de la población mundial ya vive en ciudades y genera más del 80 por ciento del PIB global. En 2025 será todavía mayor. El paisaje urbano de la tierra parece ser estable, pero su centro de gravedad está cambiando decisivamente, y a gran velocidad. En los próximos 15 años, la composición del grupo de las principales ciudades cambiará a medida que el centro de gravedad de la población urbana mundial se mueve al Sur y, aún más decisivamente, al Este.

Nuestra capacidad de generar recursos está basada, casi en su exclusividad, en la productividad de las personas y de nuestras empresas. En el nuevo escenario y para un país como Euskadi, que tiene como principal palanca para generar valor el conocimiento de las personas, la innovación es la garantía de supervivencia, ya que es necesaria una adaptación rápida a una coyuntura nueva y desconocida, donde se exige poner en valor las nuevas tecnologías y conocimientos y amortizar las existentes.

Euskadi cuenta con una serie de fortalezas sobre las que poder construir unas sólidas bases de futuro. Por ejemplo, un índice de desarrollo humano del 0,924 (2013) por encima de países como Alemania, Islandia, Dinamarca, Francia o Reino Unido, pero también una industria asentada en sectores con elevado potencial de crecimiento en la economía global, un alto porcentaje de personas con educación terciaria, o su elevado el PIB y renta per cápita que se encuentran a la altura de las regiones más avanzadas de Europa. Sin embargo, también existen una serie de elementos que amenazan la competitividad de nuestras empresas como la brecha en I+D+i frente a países y regiones industriales más avanzados (aunque lideremos la inversión en I+D del Estado: 2,12%/PIB en 2012), los limitados niveles de transferencia tecnológica del sistema y, sobre todo, nuestro bajo nivel de exportaciones de alto nivel tecnológico (debemos dar el salto de líder seguidor a líder tecnológico). El programa de especialización RIS3 liderado por el Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad donde se definen las metaprioridades de investigación y desarrollo tecnológico y también una estrategia horizontal de reordenación de la red vasca de ciencia y tecnología que, realizada desde una estrategia compartida con los agentes, contribuirá a minimizar los riesgos.

La innovación, se presenta como una garantía de supervivencia para el reto de construcción de la nueva economía, ya que es un recurso clave para la adaptación de nuestras empresas a la nueva coyuntura. Un nuevo estadio que exige poner en valor nuevas tecnologías y conocimientos de manera recurrente a medida que se van amortizando los avances del pasado. Debemos ser capaces de desarrollar procesos de innovación eficaces y efectivos, además de contar con procesos de generación de conocimiento excelentes, combinados con modelos de negocio capaces de ponerlos en marcha. Modelos que deben ser capaces de evolucionar rápidamente acorde a las exigencias de un mercado globalizado, con clientes y consumidores interconectados donde las distancias y el tiempo se acortan.

La Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación (RVCTI) debe ser una parte importante de la respuesta a estos grandes desafíos de Euskadi. Pero debemos entender que la I+D+i no es un fin en sí mismo, es un instrumento, una herramienta para conseguir dichos objetivos. No podemos equivocar la estrategia con las herramientas. En este sentido, es crítico la articulación y rápida adaptación de la política científica y tecnológica basada en la demanda en términos de propuestas de contribución a estos grandes desafíos a los que nos enfrentamos y definidas en la estrategia RIS3. Porque estos grandes desafíos encierran grandes oportunidades, nos proyectan al futuro y son el mecanismo para unir la inversión en ciencia y tecnología con la generación de bienestar: empleo de calidad, actividad económica e ingresos fiscales para contribuir a la riqueza que necesita nuestro país.

El sistema de innovación debe “innovar” y adaptarse a las nuevas claves competitivas que necesita la sociedad, a través de colocar a las empresas, los emprendedores y las organizaciones generadoras de valor a la sociedad como tractores del sistema. En ser más eficiente, simple y con visión integral racionalizando las estructuras de todo el sistema de innovación y con una gobernanza clara, con capacidad de alinear al sistema hacia los objetivos del País evitando la competencia interna innecesaria, invirtiendo sólo en aquello que genera valor y eliminar lo que sobra, medir de forma continua el valor generado, implementar modelos de negocio innovadores que contemplen desde el diseño hasta el servicio postventa y abierto al mundo e interconectado (aliado) con los mejores.

El peor enemigo que tiene hoy la RVCTI es no saber entender el reto de los próximos años. Crecer no significa nunca duplicar capacidades y competencias. Crecer significa saber especializarse en tecnologías, pero sobre todo en mercados y aportando siempre valor. Lo que no aporta valor aporta coste y nos hace menos atractivos. Crecer significa sobre todo mejorar los resultados científicos, tecnológicos y, especialmente, el impacto económico y social por crear productos y tecnologías competitivas en el mercado capaces de generar retornos y hacer sostenible el sistema.

Un ejemplo de Innovación en la organización para aportar valor a la Sociedad

En un mundo globalizado las organizaciones tienen que ser capaces de crear valor para las personas desde un nuevo enfoque. Nos encontramos en un escenario similar a la primera revolución industrial aunque en estos momentos son otras las variables que deben ser tenidas en cuenta. Comprenderlas y aprovechar las oportunidades que ofrecen es la clave para poder ser más eficientes, innovadores y generar nuevos o mejorados productos, reconocidos y valorados por las personas y por los que están dispuestos a pagar.

El concepto “innovación” debe ser global en la organización e implica ante todo inconformismo con lo conseguido: en la operativa interna, en la relación con los clientes, en la manera de producir, de inventar, etc. Siempre hay una manera más eficiente de hacer las cosas y, aunque no lo veamos, la oportunidad de mejora tiende al infinito. Comprender esto, aceptarlo, asumir el riesgo que ello implica y estar en disposición al cambio continuo, especialmente cuando el éxito nos sonríe, es la primera palanca para poder disponer de una organización innovadora. Además, un factor de complejidad añadido es que este hecho debe ser comprendido y compartido por todas las personas de la organización, ya que en tal caso se dan las circunstancias para que las personas cooperen para crear. Los seres humanos conseguimos un enorme incremento de productividad y de espíritu emocional positivo que nos permite superar las más increíbles adversidades cuando nos situamos unos junto a otros. Juntos nos tenemos límites.

No hay una receta simple y fácil de aplicar que ayude a innovar y tener éxito en todas las organizaciones. Sin embargo, si una organización quiere ser innovadora debe tenerlo definido dentro de su estrategia y trabajar de forma sistemática y perseverante para conseguir innovaciones incrementales o radicales. Raramente se consiguen invenciones que son un gran adelanto, generalmente son continuistas, ya que son las más fáciles porque se basan en los productos que los clientes valoran o en los procesos que tienen éxito.

A la hora de “cocinar” la innovación en nuestra organización hemos seguido unos sencillos pasos que nos han ayudado a tener éxito y han supuesto también un cambio en la manera de entender los procesos con los que nos gestionamos, pero sobre todo en la manera de entender cómo debemos crear valor para la sociedad:

  1. Conocer los deseos y necesidades de los comensales: el primer aspecto crítico es conocer y entender las necesidades de los grupos de interés de nuestra organización, de los clientes de nuestros clientes, en saber cómo y cuándo utilizan los productos. Pero no es suficiente, hay que “ver” en el futuro para  entender lo que sucederá y preverlo. Es necesaria una visión en profundidad, a largo plazo. Esa visión es mejor hacerla en compañía de nuestros clientes,  proveedores, colaboradores, incluso de los usuarios de los productos. Por qué conformarnos con el conocimiento y visión de las personas de nuestra organización cuando podemos tener la de cientos, si no miles, de personas más que nos pueden ayudar a comprender las tendencias y a ver oportunidades de mejora que jamás habríamos imaginado. Un ejercicio continuo de prospectiva es necesario en toda organización para tener éxito, ya que se trata de adelantarnos a lo que sucederá.
  2. Planificar el menú con antelación: las oportunidades de crear valor son infinitas, por ello no es posible en ninguna organización atender a todas las oportunidades que se nos presentan. Hay que apostar, elegir y también renunciar. Este es quizás uno de los procesos más difíciles de asumir, ya que en general no estamos acostumbrados a decir no. Aunque son muchas las posibilidades que tenemos hay que asumir riesgo, desafíos y elegir los “platos” que satisfarán a nuestros comensales, ordenarlos y buscar el equilibrio entre ellos.
  3. Seleccionar los mejores ingredientesy confiar en su calidad: lo primero son las ideas, pero las ideas no son ni buenas ni malas, tienen que ser aceptadas no sólo por la persona que la genera sino por el equipo que las usará para innovar, ya que la innovación es un proceso colectivo. Perseverar y confiar en las ideas, son lo que nos llevará a otro sitio, son nuestro motor. Si nos equivocamos también hemos aprendido, los errores no son la “sal” de la vida sino la vida misma de la innovación.
  4. Cocer a fuego lento: toda innovación (en producto, en los procesos, etc.) va acompañada de incertidumbre y complejidad. Hay que aceptar desde el inicio que será un proceso complejo y disponerse a gestionar las contradicciones inherentes a todo proceso evolutivo de cambio. Lo importante es tener claro lo que se quiere alcanzar, proveer los recursos y facilitar los contextos necesarios para gestionar la complejidad.
  5. Condimentar en el momento justo: la innovación no permite especular con el tiempo para perderlo, la gestión del tiempo es fundamental para garantizar cambios sostenibles. La rapidez es clave, pero no pueden buscarse atajos para ganar tiempo, no es posible pasar de la idea al negocio, todos los pasos son importantes y el plato final de nuestra receta sólo estará perfecto si hemos sido rigurosos en hacer en cada momento lo que corresponde.
  6. Sorprender con algo no esperado: siempre tenemos que estar dispuestos a dar algo más que lo que el cliente espera, hay que correr riesgo, abordar un desafío y sorprender con algo no esperado. La innovación debe considerarse siempre desde el punto de vista del riesgo, ya que, aunque la mayoría de las invenciones son inútiles un número reducido son verdaderos grandes adelantos que transforman todo.
  7. Cuidar el ambiente: tan importante como los platos que vamos a degustar es el ambiente donde los comensales pasarán la velada. Las emociones positivas incrementan nuestros sentidos, elevan nuestra capacidad de percepción. Pensar en esos pequeños detalles que acompañan al proceso son también importantes y a veces la clave del éxito. Hay que cuidar las condiciones que favorecen la creatividad en las que las personas generan acciones que son efectivas para el propósito perseguido.

La guinda final es contar con un buen cocinero y el mejor equipo, con el líder capaz de emocionar e ilusionar a todo el equipo, en creer que todo es posible y en estar dispuestos a dar más allá del esfuerzo razonablemente posible. Conseguir ser una referencia en todo el mundo, para que cualquier comensal esté dispuesto a visitarnos, a degustar el menú y, por supuesto, a pagar lo que le pidamos. Con el paso del tiempo lo que recordará será una experiencia única, los platos consumidos, el ambiente y las emociones vividas. ¿El precio? jamás recordará lo que pagó, simplemente porque no le importaba. Todo ello ha sido posible porque el líder y el equipo se han fundido en un único proyecto, porque “juntos no tenemos límites»

¿Es el cambio una obligación o una opción?

Tras años de grandes incertidumbres donde todo ha cambiado, cada vez con más novedades tecnológicas que hacen que los ciclos de maduración de los productos se reduzcan y, sobre todo, con un consumidor mucho más reflexivo y con múltiples opciones de elección, las personas y las organizaciones nos enfrentamos a un mundo diferente. Nada será igual en el futuro.

Ante esto sólo nos queda el cambio continuo. Hay dos opciones de cambio: adaptación o intencional, es decir, se quiere cambiar o no hay más remedio que hacerlo. En ambos casos, lo importante es tener paciencia y perseverar para dar continuidad a los procesos de transformación. Las cosas pasan tan rápidamente y las tendencias globales nos afectan tan directamente que la necesidad de cambio continuo es algo que debe formar parte de la cultura de las personas y todas las organizaciones. El cambio no es una opción es una obligación.

Sin embargo, el cambio es algo a lo que las personas y las organizaciones nos oponemos de facto, especialmente, si el cambio nos genera incertidumbres y consecuencias difíciles de imaginar. En los momentos de cambio siempre aparece la voz de la continuidad (no cambio) como resistencia porque rompes las estructuras existentes. Es necesario permitir que se expresen, hay que escuchar, tener en cuenta lo que aporta valor al proceso de cambio y perseverar en las mejoras.