Tendencias, estrategia y retos del sector de la alimentación

Imagen1

El sector de la alimentación tiene una gran oportunidad de crecimiento pero necesita adaptarse continua y rápidamente a los cambios del entorno, con competidores globales, presión cada vez mayor sobre las materias primas, en un entorno de guerra por el precio en la distribución y con un consumidor cada vez más exigente en prestaciones y menos fiel a las marcas. En este escenario, la clave es innovar en todas las áreas. La innovación en producto es sólo una más y no la trascendental para tener éxito comercial y garantizar la sostenibilidad de las empresas y explotaciones.

En el contexto actual es más necesario que nunca recurrir a la innovación para crecer, innovación enfocada a ganar penetración a través de la búsqueda de nuevos momentos de consumo. La alimentación es un sector formado sobre todo por micropymes, por lo que resulta necesario sumar y colaborar en crear valor y en competir en valor añadido. La competitividad basada sólo en la eficiencia es una estrategia de corto recorrido y limitada. Sólo la combinación de eficiencia y generación de valor puede garantizar la sostenibilidad del sector alimentario, su crecimiento, liderazgo internacional y que el sector continúe siendo estratégico por su contribución a la economía y al empleo.

1.    Tendencias:

  • Demográficas: La población mundial crece, en 2050 habrá 9.000 millones de habitantes, principalmente en Asia. Por tanto, las respuestas que tenemos que dar son diferentes y este escenario hay que entenderlo en clave de oportunidad. En nuestro entorno inmediato tenemos una población que envejece, que es más longeva, por tanto sus requerimientos y exigencias son cambiantes y cada vez más exigentes, ya que son consumidores más informados. El concepto salud emerge con una fuerza cada vez mayor, vinculado al trinomio alimentación-nutrición-salud.
  •  Evolución científico-tecnológica: Somos capaces de producir más, mejor, a menor coste y con mejor calidad. La competencia en estos momentos se está centrando en talento y capacidad científico-técnica. Si competimos en precio, siempre podrá hacerlo mejor un asiático o un africano. Hay que tener en cuenta que estamos en un mundo globalizado donde cualquiera puede dar respuesta y proveer en cualquier parte.
  • Oportunidades: La alimentación es un sector con garantía de seguir creciendo hasta el año 2050. La demografía, la renta, el poder adquisitivo crece y la riqueza global están creciendo; y en cuanto crece el nivel de vida de un país, su sociedad demanda una diferente forma de alimentación. Así pues, los países más avanzados debemos proponer soluciones a aquellos que lo están menos. Para el año 2050 se necesitará incrementar la producción en un 70% para satisfacer la demanda. Es una oportunidad tanto en cantidad como en producto, en cuanto a dar respuesta a cada uno de los mercados según sus demandas. La tecnología y la ciencia están evolucionando rápidamente y no solo en cuanto a producción primaria. El reto que tenemos como sector alimentario es ser capaces de producir más, con más calidad y más barato en las etapas de producción, elaboración y transformación. Todas las fortalezas y oportunidades residen en la I+D+i.
  • Fortalezas: La alimentación es un sector de alta cualificación reconocida en seguridad, calidad y trazabilidad, entre otros factores. Hay que poner en valor que contamos con productos de calidad, grandes procesos y tecnología y gran capacidad industrial.
  • Debilidades: la extensa regulación -europea, nacional, autonómica, e incluso regional- que dificulta la competitividad frente a terceros países. Tamaño reducido de las empresas y descenso de la población

2.    Estrategia:

  • Innovación: desde ciencia pura hasta desarrollo en todo su abanico, no solo en procesos y productos sino en nuestras relaciones con todos los stakeholders.
  • Eficiencia y mejora en competitividad: La innovación y la eficiencia demandan un punto clave: el tamaño. Las empresas de pequeño tamaño no tienen capacidad para destinar recursos económicos, técnicos ni humanos, para destinar a la innovación, a la eficiencia ni a la búsqueda de nuevos mercados. Necesitamos masas críticas para abordar diferentes proyectos. Este es el gran reto como sector alimentario y donde las fórmulas colaborativas van a jugar un papel muy relevante.

3.    Retos:

Dotación de talento: Sin talento no se puede hacer nada. Hay que desarrollar redes y colaboraciones para acceder al talento que está fuera.

Crecimiento de la producción: Estamos en un entorno donde los recursos naturales son cada vez más escasos y caros. El sector alimentario también tiene que mejorar su relación con el entorno, reducir el despilfarro y el desperdicio, mejorar la gestión del agua y la energía.

Condiciones de competitividad-eficiencia: El sector debe buscar la eficiencia en procesos y sistemas, la optimización de los consumos y de los recursos y profundizar en la fabricación 4.0.

Desarrollo de mercados: Debemos determinar dónde queremos ser proveedores preferentes, dónde queremos ejercer una posición relevante y dónde podemos tener una cuota de mercado determinada, que nos permita influir en el consumidor.