Euskadi, liderado por el Gobierno Vasco, ha apostado por ser un país avanzado y socialmente justo. Por eso y porque el progreso requiere ideas, existe AZTI.
La sociedad, y el bienestar de las personas, son y han sido desde los inicios de AZTI el foco en el que hemos querido centrar nuestra contribución de valor. Las instituciones y las empresas dispuestas a asumir desafíos, no son para AZTI sólo clientes: son nuestra extensión para poder crear impacto positivo en la sociedad. Por todo ello, dinamizar el tejido industrial, crear estados de opinión y provocar cambios en la sociedad para que sea más justa y sostenible forman parte de nuestra Misión.
No olvidamos en este camino de la innovación nuestras raíces, y porque es necesario conocer para transformar, actuamos globalmente para crear riqueza y bienestar localmente. El desplazamiento de la economía y sobre todo del conocimiento fuera de Europa transformará el mundo que conocemos. Cada vez será más complicado ser una referencia en el mundo, especialmente, en el ámbito de la ciencia y la tecnología. Por ello y a pesar de ello, AZTI seguirá apostando por la especialización como vía en la que pueda mantenerse como una referencia mundial. Ser una referencia mundial es algo muy difícil y serlo dentro de diez años lo será más.
Las palancas en las que nos apoyamos para conseguir estos resultados son tres: En primer lugar, la definición de un modelo de negocio adecuado y un modelo de gestión avanzada que permita desarrollarlo. En segundo lugar, y sin lugar a dudas un elemento diferenciador e indispensable, las personas que lo comparten y que se comprometen con su implementación día a día. Por último, condición imprescindible, la necesaria solidez financiera que lo soporta.
El camino de la excelencia es, evidentemente, también el camino de la exigencia. A medida que avanzas por esta vía descubres que son cada vez más las oportunidades de mejora que se presentan, y la exigencia, tanto en lo personal como en lo colectivo se hace también mayor. Frecuentemente ello conduce a la insatisfacción, pero de igual forma es cierto que cuando miras con retrospectiva los avances realizados descubres que es el camino correcto: un camino que hemos recorrido como equipo, en el que hemos soñando juntos metas que parecían imposibles y que hemos logrado hacer realidad.
Como sociedad y como País tenemos grandes retos, desafíos que parecen imposibles: el envejecimiento saludable, la protección de los recursos naturales y el cambio climático entre otros. Pero desde ahora quiero trasladaros que todas las personas que hacemos AZTI vamos a ayudar a la sociedad vasca a superarlos, porque juntos no tenemos límites.